domingo, 8 de noviembre de 2009

Pensamientos…

El aprendiz de Pintor, al pasar el tiempo, consideró que no podría llegar a ser un maestro de la pintura y optó por dedicarse a decir su pensamiento. Un día, el pequeño hombre lo encontró en un pueblo y, entre otras cosas le escuchó:

Si has hecho en ti una luz que alimente al sol, no le deberás nada al día.

No basta levantar la mano entre la multitud; hay que dar los pasos necesarios y presentar la cara.

Al subir por la escalera de la superación existen caídas. De ahí el temor a la ascensión.

No pienses por los demás por que lo único que harás es pensar de acuerdo a tu propio pensamiento.

Si quieres tener una flor, siémbrala. Si tienes el privilegio de tenerla, perpetúala.

No es malo remontarse a las alturas, siempre y cuando te sepas con las alas suficientes.

Si vives del yo pude, yo conocí, yo hice, en tu vida no hay presente.

El ultimo tributo al ser amado no es la pena de sentirlo ido y de nunca mas volver a verle, sino de llevarlo dentro de si para que siempre viva.

Si aprisionas la belleza no eres bello, y no podrás disfrutarla porque el hecho de quererla es por su libertad.

Si tienes felicidad y sientes temores, la estas convirtiendo en agua sostenida por tus dedos.

La vida es un juego que exige prepararse para poderlo jugar…y ganar.

Quien, no obstante lo hecho, que no sepa que esta en el inicio, estará mas atrás.

Un rio al desbordarse, se encharca y se hace inútil; de igual forma sucede con el hombre que rebasa su capacidad.

No se puede amar a quien no se respeta y admira.

Amor que no ha sentido dolor, no es ni ha sido amor.

Lamentarse de lo perdido es descuidar lo que aún se puede perder.

Temer a la muerte es, en la misma medida, temer a la vida. Una y otra son la misma línea en puntos opuestos, que algún día se tocaran.

Benditos los que saben que no alcanzaran la sabiduría y sin embargo siguen adelante como si lo pudieran lograr.

Todo es aprender y crecer, por eso, todo regresa para rehacerse otra vez. Tenlo presente y actúa, para reparar en tu ser las partes rotas.

Si quieres mirar la belleza, abre las puertas de tu sonrisa. si quieres sentirla, abre la flor de tu corazón.

Entre amante y amado existe una gran distancia: el amante abre las puertas; el amado espera a que se abran.

Cuando se siente el arte y se expresa, se encuentra la comunión y el hombre existe.

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